lunes, 28 de mayo de 2012

Presencia II

Como todos los días, fue el último en sentarse para almorzar. Como todos los días, se sentó en el lugar que tenía asignado: entre el padre y la hermana. Como todos los días, utilizó el cuchillo y el tenedor a modo de elementos de percusión. Sus padres y su hermana, una vez más, oyeron con placer aquellos sonidos. Ninguno de los tres lo vio.